Hola. Gracias a todos por seguir visitando el blog en mi ausencia. Ha sido un hermoso regalo que me da fuerzas para seguir adelante.
Como comenté en la última entrada estaba estudiando para las oposiciones. Lamentablemente una décima decidió interponerse en mi camino y no puedo ser. Qué rabia da quedarse en la puerta. Habrá que seguir intentándolo. Poco a poco voy recobrando energías.
Pero no todo son malas noticias.
Hace unos quince días mi chico y yo decidimos buscar piso para empezar una nueva aventura juntos. Pensamos que nos llevaría tiempo encontrar un lugar al que llamar hogar pero apareció de pronto, como surgido de la nada. Nos lanzamos. Ya tenemos nuestro nidito. Me embargan la dicha y la ilusión pero, a veces, aparecen los temores (al fin y al cabo dejo mi pisito de soltera para embarcarme en un nuevo viaje, sé que encontraremos tempestades pero después de la tormenta dicen que siempre llega la calma y espero que nuestro amor sea el barco que nos mantenga a flote).
Entre la mudanza, el inicio de la vida en pareja (tanto arrumaco me va a ocupar mucho tiempo), la adaptación a una nueva cocina, el incio del curso escolar y un nuevo destino de trabajo no creo que pueda volver a publicar con la frecuencia de antes pero, poco a poco, seguro que voy cogiendo ritmo porque vuestras visitas me impulsan a seguir en este mundo blogueril.
Muchas gracias.
